La caída de un mundo, el comienzo de la verdad

Desde pequeños, buscamos un ídolo, un héroe a seguir que nos guíe con su brillante y perfecta estela. Cuando vamos creciendo, estos ídolos y héroes se vuelven más cercanos, más afectivos, más empáticos con nosotros mismos, como si pensáramos que ellos son una versión mejorada de la sociedad, de ti y que los debemos seguirlos con admiración y orgullo. Aunque al principio son las mejores personas, las más leales, las más sinceras, las más respetuosas, las más carismáticas, las más amables, las más... perfectas, poco a poco el tiempo nos hace ver que lo que brilla no es siempre oro. Sin embargo, mientras nuestro subconsciente va viendo que esto no es cierto, nosotros lo ignoramos, dejando pasar los pequeños detalles que para nosotros parecen irreales, imposibles. No, este hecho nos viene de golpe provocándonos un duro golpe, una destrucción de nuestros parámetros de perfección, una pérdida de los pilares que regían nuestro mundo. Y mientras sufres este dolor insoportable y este mundo ficticio va cayendo, te das cuenta de que este hecho hace a esta persona que admirabas sea aún más especial para ti ya que al fin y al cabo es un humano como tú, un humano con el que puedes empatizar de verdad ya que también tiene sus propios errores del mismo modo que tú posees. Así se va creando el camino a nuestro verdadero yo, hacia nuestra verdadera estela. Mientras que la perfección al igual que el oro lo convierte todo en algo precioso para la vista pero inservible para uno mismo, los errores que hemos cometido van dando paso a algo doloroso pero imprescindible para nuestra marcha. Pero no es fácil escoger lo que el corazón realmente desea porque cuando uno es consciente de uno mismo está demasiado cambiando, con demasiados prejuicios y comportamientos en su cerebro impropios de su corazón, pero impertérritos de la sociedad. Por ello, al igual que los borrachos, el alma infantil nunca miente. Y aquello que te hiciera feliz porque sí, aquello que siempre lograba sacarte una sonrisa aunque estuvieras triste y desolado, aquello que siempre recordarás si buscas en tu memoria es lo que realmente deseas que está fuera del alcance humano, es decir, no aquellas personas que has considerado increíbles sino los hechos de la naturaleza que te dejaban con la boca abierta, como un acuario, la música, el arte y la pintura, la escritura, los libros, el deporte, etc. Y debes seguirlo ya que esto es lo que realmente te define y con lo que podrás crear una estela que nadie podrá dañar, en la que nadie podrá imponer su voluntad ya que de ahí radica tu fuerza y a la vez tu felicidad y confianza la fortalece.
Para ser sinceros yo aún no la he encontrado ya que estoy demasiado influenciado por la sociedad pero os animo a buscarla ya que las decepciones son amargas y los errores son fáciles de cometer si no es realmente tu camino.

Arte humano

Me he dado cuenta de algo tan lógico que pasaba desapercibido: las personas son como el arte y la historia de este. Poseen en su vida varias etapas de las cuales sólo lo mejor o lo más guardado se conserva. Además, como todas las obras poseen un artista, cada persona posee una personalidad distinta que hace que, aunque estemos en una misma época y cultura las personas sean distintas entre sí. Y aunque se intente reconstruir el pasado este no cambiará y simplemente nos encontraremos con un pasado-futuro de la vida. Por eso, creo que cada persona, aunque se acuerde del pasado no debe intentar reconstruirlo porque la persona que realmente le conozca no necesitará una reconstrucción, te verá tal como eres cómo fuiste y cómo serás.

Deseos

Los caprichos son estancias vacías, carentes de sentido que nos conducen a la nada, a una tristeza inconmensurable e inevitable una vez entrada en ella. Sin embargo son los deseos los que realmente guían a las personas. Son instintos primarios del subconsciente racional que dejan ver lo que realmente queremos, lo que realmente necesitamos para ser felices. Sin embargo estos pueden chocar con tus pensamientos propios guiados y predestinados desde pequeño. Yo digo que la racionalidad ha muerto tal como diría Dostoievski con el tirano de su tiempo. Necesitamos ser felices, necesitamos llenar el vacío, la melancolía y el dolor de no saber lo que queremos de verdad. Una vez que lo sepamos, seremos capaces de decidir qué hacer, qué seguir para sentirnos realmente en paz. Aunque, sinceramente, no sé ni cómo empezar a buscar.

Pasado futuro

De repente, te das cuenta de que nada dura para siempre y que todo es efímero: si deseas vivir la experiencia, si quieres obtener sabiduría y recuerdos solo posees un solo tiempo y una sola dimensión: tú mismo. Aunque te lo propongas si no lo haces de nada sirve, si no lo intentas es tiempo e historias perdidas. Por eso debemos mirar siempre recto, caminar hacia el futuro y acumular experiencia y vida pasada, porque sino siempre pensaremos en ese pasado futuro, donde podríamos haberlo hecho y haber cambiado el rumbo de nuestras vidas.

Personas

Siempre se ha pensado que cada experiencia es única e irrepetible. Sin embargo, año tras año, dichas experiencias se repiten, me ocurren las mismas historias contadas de una manera distinta. Supongo que lo que realmente hace única una experiencia, un viaje, un sueño, es realizarlo con las personas que realmente llevarás en el corazón, con las que siempre sabrás que puedes compartirlo todo sin miedo a perderlo. Quizás esto sea lo más difícil, pero creo que merece la pena buscarlas, aunque te cueste la vida hacerlo.

¿Qué es la vida para tí?

Para mí es el cúmulo de sensaciones , sentimientos, pensamientos y experiencias que posee cada ser y que hacen que quiera seguir adelante en un mundo alocado y sarcástico.

Es cierto...

Es cierto que una persona que ignora la realidad del mundo que le rodea es capaz de vivir feliz dentro de unos límites.

Pero también es cierto que aquel que sabe y posee conocimientos posee poder, que aunque acarrea momentos y períodos de abatimiento y consternación , es capaz de dejar su huella en los albores del tiempo.

Porque si tu vida es un camino de rosas, tu muerte también lo será.

Un adiós sin pausa

Cuando una persona amada nos deja, normalmente solemos sentir dolor ya que todas las cosas que podrías haber hecho, o que querías hacer con ella ya no podrás hacerlas. Además de que nunca más podrás volverla a mirar a los ojos buscando esa esperanza, ese brillo reconfortante. Sin embargo si nos damos cuenta, dicha persona siempre estará ahí, en tus recuerdos, como un pasado brillante que recordaremos con cariño y con una tonta sonrisa. Y que al recordarlo, nos daremos cuenta de que el futuro tiene distintos tonos, diferentes matices entre los que escoger, entre los que esa persona hubiera escogido unos que te pueden servir de referencia, que te hacen ver el futuro con otro punto de vista. Además todos esto te hará convertirte en una mejor persona en el presente y actuar de una manera distinta en este. Por todo esto y una infinidad de cosas más, estuvo, está y estará esa persona siempre a nuestro lado en todos los momentos buenos y malos de nuestra vida.