Dejad los problemas de lado, y entrad sin necesidad de dar marcha atrás...

miércoles, 17 de julio de 2013

La caída de un mundo, el comienzo de la verdad

Desde pequeños, buscamos un ídolo, un héroe a seguir que nos guíe con su brillante y perfecta estela. Cuando vamos creciendo, estos ídolos y héroes se vuelven más cercanos, más afectivos, más empáticos con nosotros mismos, como si pensáramos que ellos son una versión mejorada de la sociedad, de ti y que los debemos seguirlos con admiración y orgullo. Aunque al principio son las mejores personas, las más leales, las más sinceras, las más respetuosas, las más carismáticas, las más amables, las más... perfectas, poco a poco el tiempo nos hace ver que lo que brilla no es siempre oro. Sin embargo, mientras nuestro subconsciente va viendo que esto no es cierto, nosotros lo ignoramos, dejando pasar los pequeños detalles que para nosotros parecen irreales, imposibles. No, este hecho nos viene de golpe provocándonos un duro golpe, una destrucción de nuestros parámetros de perfección, una pérdida de los pilares que regían nuestro mundo. Y mientras sufres este dolor insoportable y este mundo ficticio va cayendo, te das cuenta de que este hecho hace a esta persona que admirabas sea aún más especial para ti ya que al fin y al cabo es un humano como tú, un humano con el que puedes empatizar de verdad ya que también tiene sus propios errores del mismo modo que tú posees. Así se va creando el camino a nuestro verdadero yo, hacia nuestra verdadera estela. Mientras que la perfección al igual que el oro lo convierte todo en algo precioso para la vista pero inservible para uno mismo, los errores que hemos cometido van dando paso a algo doloroso pero imprescindible para nuestra marcha. Pero no es fácil escoger lo que el corazón realmente desea porque cuando uno es consciente de uno mismo está demasiado cambiando, con demasiados prejuicios y comportamientos en su cerebro impropios de su corazón, pero impertérritos de la sociedad. Por ello, al igual que los borrachos, el alma infantil nunca miente. Y aquello que te hiciera feliz porque sí, aquello que siempre lograba sacarte una sonrisa aunque estuvieras triste y desolado, aquello que siempre recordarás si buscas en tu memoria es lo que realmente deseas que está fuera del alcance humano, es decir, no aquellas personas que has considerado increíbles sino los hechos de la naturaleza que te dejaban con la boca abierta, como un acuario, la música, el arte y la pintura, la escritura, los libros, el deporte, etc. Y debes seguirlo ya que esto es lo que realmente te define y con lo que podrás crear una estela que nadie podrá dañar, en la que nadie podrá imponer su voluntad ya que de ahí radica tu fuerza y a la vez tu felicidad y confianza la fortalece.
Para ser sinceros yo aún no la he encontrado ya que estoy demasiado influenciado por la sociedad pero os animo a buscarla ya que las decepciones son amargas y los errores son fáciles de cometer si no es realmente tu camino.